Una vez definida la personalidad de tu marca, debes seguir perfilándola y establecer un proceso de branding que te permita mejorar sus debilidades y potenciar sus puntos fuertes a lo largo del tiempo.
Gestionar bien tu marca no solo implica no desatenderla sino dedicarle mucho tiempo y esfuerzo. Por eso, aquí te dejamos algunas claves para gestionar con éxito tu identidad corporativa:
1. Elabora un plan estratégico
Tu marca está representada por un logo, unos valores que forman su identidad corporativa y una experiencia definida sobre lo que ofrece. Ya está construida, ¿ahora qué hago?
En base a la propuesta de valor de nuestra marca, hay que poner en marcha un plan estratégico que reúna las herramientas y los recursos adecuados que nos permitan comunicarnos eficazmente con nuestro público objetivo.
Publicaciones frecuentes en redes sociales, actualización y diseño atractivo de la página web, presentación de un catálogo atractivo de servicios, cuidado y calidad en la atención al cliente, preparación de presupuestos y diseño de newsletters son algunas de las acciones a las que tienes que prestar especial atención en el día a día de gestión de tu marca, y todas ellas tienen que estar alineadas con el branding corporativo.
2. Organización
En la planificación del plan estratégico, el marketing y la organización juegan un papel muy importante en el desarrollo de todas las acciones mencionadas anteriormente. Siempre hay que revisar que exista una coherencia en todas las labores realizadas, por eso es fundamental tener bien definida la identidad corporativa para no generar confusión con los mensajes que transmitimos.
Aunque siempre tenga que haber una planificación previa, también es necesario que en ciertos momentos dejes fluir tu creatividad y hagas brainstorming. Una lluvia de ideas puede generar una gran decisión. El consultor de negocios Peter Drucker decía que “donde hay un negocio exitoso, alguien tomó una decisión valiente”, así que atrévete.
3. Crea una cultura de marca
Todas las marcas están definidas por unos valores concretos, pero que solo los cumpla la marca no es suficiente. Cuando construyas tu marca, construye una organización cuyos componentes compartan la cultura de empresa y contribuyan a su crecimiento.
4. Networking y sinergias con otras organizaciones
Uno de los errores más comunes es el descuido de la gestión externa. El cultivo de las relaciones con los grupos de interés es fundamental a la hora de interactuar con el exterior.
La comunicación y la planificación interna es muy importante pero el conocimiento de cómo perciben tus acciones los demás es esencial para el progreso de la marca. En este sentido, nuestra reputación online dependerá de cómo actuemos con el exterior y, por consecuencia, la huella que deja nuestra marca.
Estos son algunos de los aspectos que tenemos que evaluar con frecuencia para gestionar adecuadamente la experiencia que genera nuestra marca y corregir errores:
- Indicadores y métricas que midan la consecución de los objetivos
- Encuestas de satisfacción internas (trabajadores) y externas (clientes)
- Grado de relación con otras organizaciones y crear nuevas alianzas
- Fuerza y calidad de marca
- Imagen corporativa y redes sociales
- Vínculos con los clientes
- Posicionamiento de marca y canales utilizados
5. Plan de gestión de riesgos
Ninguna empresa o marca está libre de sufrir una crisis debido al entorno tan cambiante en el que vivimos. Todas tienen sus riesgos y amenazas, en mayor o menor medida. Crear un plan de gestión de riesgos ayudará a identificarlos y evaluarlos previamente y se podrán mitigar los efectos negativos con mayor eficacia en cuanto ocurra.